Cierra un concepto de bar de tapas, que no de pintxos, con una siempre atrevida propuesta de vinos (echaremos de menos su variedad y originalidad), y mucho cuidado y mimo por el producto de calidad.
Con El Lagar se nos van algunos de sus pintxos (o tapas) que han sido insignia del bar. Su evocación a los cubos del Kursaal en aquellos cubos de morcilla con berza y piparra, los huevos estrellados (con hongos o butifarra...), versión propia de los huevos rotos a la madrileña, el guiño andaluz con un salmorejo riquísimo, y otros muchos como la brocheta de gambas y papada, el taco de bacalao, la tosta de gorgonzola, los callos, de salsa exquisita,y como no, la croqueta, para los más convencionales que no querían darse una oportunidad.
También su restaurante, quizás no tan reconocido como debiera, ofrecía una carta deliciosa con sabores tradicionales y otros originales, como aquella ración de mejillones con paprika que nos hacía, literalmente, chuparnos los dedos.
En Todopintxos.com, opinaron bien y mal, porque de sabores y sensaciones, como de colores, los hay para todos los gustos. Nosotros escogemos quedarnos los recuerdos gratos, por eso compartimos con vosotros lo que otros compartieron con nosotros, como Olatz "muy buena y amplia carta de vinos,maravillosa cocina (sobre todo, los cubos de morcilla con berza ), y ante todo, excelente trato", o "Neska" que decía que "los pintxos son espectaculares todo es empezar y no parar.", Patxi dijo que "Inolvidable", y Konsuelo "La excelencia" o Eugenio, que en agosto dijo que los "pintxos buenísimos".
Gracias Kike por El Lagar, y esperamos volver a encontrarte pronto disfrutando de unos pintxos y un buen vino.
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