Terminamos la serie de artículos dedicados a pintxos basados en pimientos, con un post doble. Regresamos a la parte vieja para entrar en un bar mítico de la 31 de agosto. Bajo los jamones y al fondo de la barra, aguardan como los toros bravos en los toriles, el momento de su lidia. Se encuentran listos para ser fritos por el chef y degustados por el respetable.
"Aquí tenemos al primero de seis, colorado, chato y engatillado y de unos 50 gramos..."
Nos referimos al bar La Cepa y a su pimiento relleno de carne (1,90€). Destacamos de este pintxo sus dimensiones, y el estilo rebozado en pan rallado, como si de una croqueta se tratase, que le da un carácter propio.
Lidiado el primero de los de la tarde, nos desplazamos al barrio del Antiguo, a su calle más emblemática, y allí encontramos a un veterano: el Antzara, del que nos encantan sus fritos pues cumplen nuestro trinomio favorito: calidad, tamaño y precio. Bar recomendable para acudir con niños amantes de estas especialidades.
El pintxo recomendado del bar, por su originalidad es el Pimiento, queso y gamba, del que no nos extenderemos más pues el título lo describe suficientemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario