Algo que ya tendrás constatado es que hay muchos pintxos que se repiten de bar en bar. Uno sabe que, en casi cualquier bar, puede pedir una croqueta, un pintxo de tortilla, uno de "chatka" con mayonesa o un montadito de jamón. Quizás no tan habitual como estos, pero sí bastante frecuente, es encontrarse pintxos de champiñón. Normalmente no toman un carácter protagonista, esto es, los vemos en brocheta, rodeados de pimientos y cebollas, acompañando una carne o algún marisco. Pero también, tenemos ejemplos en los que el "champi" es el centro del pintxo, y de esto también hay varios ejemplos.
Llegados a este punto, no tenemos dudas de citar al champi del bar Tamboril. Este bar, un clásico de la Parte Vieja, situado a la entrada de la Plaza de la Constitución, nos ofrece una menú de pinchos y tapas tradicionales, típicas, más bien, y entre ellas, su Champiñón del Tamboril.
Se sirve en esencia, por parejas, y sin más aderezos que una sabrosa salsa, que empapa (¡y de qué manera!) la tradicional rodaja de pan del pincho donostiarra. Vaya esta foto para abrir boca, y papilas gustativas. Quien escribe no puede esperar más para ir a saborearlo una vez más...
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